El déficit comercial con China alcanzó los u$s 5.789 millones en 2014, un 10,7% más que en 2013, como consecuencia de una caída de las exportaciones que llegó al 18% y una merma de las importaciones de apenas 5%. El nuevo rol que el Gobierno le asignó a China el año pasado como socio estratégico tuvo su correlato en el comercio y en un marco de caída de importaciones, las del país asiático fueron unas de las que menos bajaron, siendo Brasil el principal perjudicado con una disminución cinco veces superior. Las importaciones totales cayeron 11% en 2014 debido al menor nivel de actividad que resintió la demanda pero también y principalmente como consecuencia de mayores restricciones gubernamentales. Los controles el año pasado no sólo se implementaron mediante las tradicionales Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAIs) sino que también intervinieron la AFIP y el Banco Central mediante la autorización o no de venta de dólares. En este marco, las compras a China retrocedieron apenas 5% de u$s 11.341 millones a u$s 10.795 millones mientras que las de Brasil se derrumbaron un 25% de u$s 19.322 millones a u$s 14.470 según surge de los datos de Intercambio Comercial Argentino del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Las cifras del gobierno brasileño marcan que la caída fue aún más pronunciada y llegó a 27,2%. Por el lado de las exportaciones, las cifras no fueron tan desiguales e incluso se produjo el fenómeno inverso con una merma, en términos porcentuales, de las ventas a China superior a la de Brasil, lo que marca el trato diferenciado que tuvieron ambas naciones respecto a las autorizaciones de importaciones. Así las exportaciones a China registraron una baja de 18%, de u$s 6.114 millones a u$s 5.006 millones, mientras que las destinadas a Brasil se redujeron 14% de u$s 17.440 a u$s 14.926 millones. "La cuenta comercial con el gigante asiático ha mostrado un saldo negativo creciente a partir de 2008. En 2007 se registró el último superávit, de u$s 77 millones", apuntaron desde Abeceb.com "El intercambio con China muestra una clara asimetría en términos de composición. Las ventas argentinas se explican por los envíos del complejo soja y, en menor medida, petróleo mientras que las importaciones se conforman por un conjunto diversificado de productos industriales", explicó Mauricio Claverí, coordinador de Comercio y Negociaciones Internacionales de Abeceb.com Así, a pesar de que Brasil siguió siendo el año pasado el principal socio de Argentina, el comercio bilateral se resintió de manera notable con una baja de 21,2% respecto del año anterior, alcanzando los u$s 28.427 millones, monto que se encuentra por debajo de los niveles comercializados en 2008. Esta cifra indica, además, que el intercambio con Brasil tuvo la mayor caída desde la crisis internacional del año 2009. El déficit comercial fue de u$s 141 millones, de acuerdo a las cifras del gobierno de Brasil. Sin embargo, las cifras del Indec marcaron un superávit de u$s 456 millones como consecuencia de que la caída de las importaciones superó ampliamente la de las exportaciones. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner partió rumbo a China el viernes para encontrarse con su par asiático, Xi Jinping y firmar convenios para fortalecer la relación bilateral. En julio del año pasado, ambos jefes de Estado firmaron en la Casa Rosada varios convenios, entre ellos para la construcción de represas hidroeléctricas, material ferroviario y también un swap financiero por u$s 11.000 millones, que en parte ya fue efectivizado. Para Claverí, "el acercamiento con China podría profundizar el proceso de sustitución de Brasil como proveedor de productos industriales en un escenario de debilidad del intercambio con el principal socio del Mercosur". Cuando se firmaron los acuerdos en julio pasado, empresarios brasileños se mostraron temerosos de que la "alianza estratégica" entre China y Argentina pudiera resultar en cierto favoritismo a la hora de entregar DJAIs para productos chinos, en detrimento de productos de Brasil. Los números parecen darles la razón.