Entre 2003 y 2007, durante el mandato de Néstor Kirchner, gracias al llamado “viento de cola” y al crecimiento a tasas chinas, el PBI per capita se expandió a un promedio del 7%, el más destacado de la región. Pero sobre el cierre del ciclo kirchnerista, desde 2012 hasta hoy, el mismo indicador se contrajo a un ritmo promedio del 0,8%.
Los trabajadores disponibles, el crecimiento de la inversión y una baja inflación, más un tipo de cambio alto con una reestructuración del 75% de la deuda en default, impulsaron el PBI per capita, y la Argentina quedó al frente de la región, muy por encima de Brasil durante el gobierno de Néstor Kirchner.
En el primer gobierno de Cristina, el panorama se modificó poco a poco. El aumento del precio de los commodities no fue tan importante y mermó la inversión y se aceleró la inflación en medio de un contexto internacional negativo por la crisis en Europa y EE.UU. Todo esta situación hizo mella en el PBI, que apenas subió en promedio 2,6%.
Luego, con el cepo cambiario, una inflación mayor y la baja del precio de los commodities, señala Ecolatina, el PBI per capita quedó negativo, en - 0,8%.