El kirchnerismo espera convertir en ley la creación de la nueva AFI, que reemplazará a la SI. El oficialismo aprobó este miércoles en la Cámara de Diputados las leyes que avalan el convenio de cooperación económica entre la Argentina y China y la construcción de una estación espacial del país oriental en Neuquén. El convenio de cooperación en materia de intercambio económico fue respaldado con 133 votos a favor y 108 en contra, mientras que la construcción de la estación espacial fue avalada por 133 votos por la afirmativa y 107 por la negativa. El debate de la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo y aprobada en diciembre último por el Senado comenzó a las 13 y se extendió por casi 21 horas. El arco opositor en pleno rechazó el convenio de cooperación económica por considerar que perjudicará a la economía argentina al favorecer la importación china y entregar contratos para obra pública por adjudicación directa y, además, advirtió que la estación especial podría ser usada con fines militares. El oficialismo refutó esos argumentos y señaló que, en el plano comercial, habrá un mejor acceso a las divisas, y en lo referido a la estación espacial, el acuerdo no aprueba ninguna finalidad militar. Al inicio del debate, el oficialista Guillermo Carmona, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, acusó a la oposición de usar el debate sobre China para "meter miedo por cuestiones electorales" y afirmó que el convenio es similar a los que firmó el gobierno de Raúl Alfonsín con España e Italia. Carmona aseguró que el convenio económico "mejora el acceso de divisas para mejorar en el corto plazo el desbalance comercial con China" y que permitirá "modernizar la industria argentina" y el "volumen del valor agregado de las exportaciones argentinas" al país asiático. Además, señaló que el acuerdo para la instalación de la estación espacial (que comenzó a construirse antes de contar con el aval parlamentario) "no aprueba ninguna finalidad militar" y que la presencia de militares se da en "todas las estructuras espaciales" del mundo. Por su parte, el radical Ricardo Alfonsín sostuvo que "el convenio descuida el interés nacional" y favorece "un proceso de extranjerización de la economía argentina", y cuestionó la adjudicación directa de contratos para obra pública para firmas chinas. "Estamos entregando el futuro del desarrollo argentino", sentenció el diputado José Ignacio de Mendiguren, del Frente Renovador, quien subrayó que "es mentira" decir que el país "no tenemos capacidad de financiamiento y producción local" porque "Argentina ha competido en turbinas con China y Asia y les hemos ganado por precio y calidad". Sin embargo, el oficialista Roberto Feletti -quien se refirió únicamente al convenio comercial- aseguró: "No es real que nosotros le cambiamos productos primarios por bienes terminados, el 31 por ciento de lo que viene de China son bienes de capital e insumos industriales". Por otra parte, el jefe del bloque del PRO, Federico Pinedo, advirtió que "es bastante inusual que tenga tantos votos en contra un tratado internacional" y remarcó que el convenio "dice que se pueden hacer otros convenios sin intervención del Congreso", lo cual sería anticonstitucional, aunque el oficialismo lo negó. Respecto de la estación espacial china en Neuquén, la diputada de la Coalición Cívica Elisa Carrió advirtió que tiene que ver con una cuestión geopolítica del gigante oriental: "En un momento en que Argentina es estratégica porque es biocéanica, nosotros entregamos esto sin pensar". En el mismo sentido se pronunció Alberto Asseff, del frente Renovador, quien alertó que es "una base que notoriamente tiene una condición dual, científica y militar, porque facilita el rastreo de las comunicaciones en esta parte del globo terráqueo".