Han declinado las posibilidades de crecimiento potencial del planeta y además resulta decepcionante el desempeño de las inversiones globales, son las advertencias sobre las limitaciones que presenta la economía mundial según señalan dos capítulos del informe Perspectivas Económicas Mundiales (World Economic Outlook) del Fondo Monetario Internacional (FMI), difundidas hoy en Washington. Se trata de malas noticias para el mundo en general y para la Argentina en particular, ya que un menor ritmo de expansión de la economía tendrá - entre otros efectos negativos - un impacto a la baja tanto sobre los precios como en la demanda de las materias primas, los principales productos de exportación del país. Según adelanta Ambito, en el estudio sobre el crecimiento potencial, la Argentina junto con otros tres países del G-20 (Arabia Saudita, Indonesia y Sudáfrica) fueron excluidos por las "limitaciones" en los datos económicos. El crecimiento potencial entre las mayores economías del mundo y los países emergentes ha declinado en los últimos años, señala el Fondo. Por "crecimiento potencial" se entiende el nivel de producción que es consistente con una inflación estable (es decir que la economía no sufre presiones, ni inflacionarias ni deflacionarias). El FMI espera que el crecimiento potencial en las economías desarrolladas tenga un ligero avance desde una tasa de 1,3% anual durante el período 2008/14 a 1,6% durante el lustro 2015/20. Este pronóstico se encuentra bien por debajo del nivel previo a la crisis financiera internacional de 2008, cuando las economías desarrolladas tenían un potencial de crecimiento de 2,25% anual. Las previsiones del Fondo en este sentido toman en cuenta tanto el efecto negativo de la demografía (el envejecimiento de la población juega en contra de las posibilidades de crecimiento) como el gradual avance en la acumulación de capital. Para el caso de los países emergentes, el FMI espera una reducción en la tasa potencial de crecimiento, que pasaría de 6,5% en el período 2008/14 a 5,2% durante 2015/20. Distintos factores explican el recorte entre los que se encuentran también en este caso el envejecimiento de la población, como así también las restricciones estructurales que estos países enfrentan para aumentar la inversión y la productividad. El Fondo considera "decepcionante" al comportamiento que ha experimentado la inversión privada en los últimos años. En el caso de los países desarrollados, esta variable ha caído en promedio 25% con relación a los niveles alcanzados antes de la crisis financiera global y alcanza tanto a la construcción de viviendas como a las inversiones de las empresas. La inversión en los países emergentes también se ha desacelerado en los últimos años, tras el boom de comienzo del milenio, aunque a un menor ritmo que en los países desarrollados. La causa principal de la menor inversión debe buscarse, según el Fondo, en la debilidad del ambiente global de negocios. Más allá de las bajas tasas de actividad económica, las restricciones financieras y la incertidumbre política también han atentado contra las inversiones, particularmente en los países del sur de Europa.