El promedio de sus proyecciones señala que el PBI exhibirá una contracción de 0,2%, una cifra que esconde pronósticos distintos como la caída cercana a 2% del Estudio Bein y la expansión de 2% estimada por el IAE.
Pero todos coinciden: la economía tendería a mejorar en el año tras el bautismo con las subas del dólar y las tasas.
Si bien algunos creen que los brotes verdes llegarían en abril, la mayoría ve que el grueso de los indicadores exhibirá una mejora más adelante, en línea con lo esperado por el Gobierno. “Apuntamos a que en la segunda mitad se esté creciendo fuertemente”, dijo Alfonso Prat-Gay hace poco.
Fracchia (IAE) calcula 4,2%, aunque ese es su número optimista y el moderado es 2%. El último pronóstico del Estudio Bein señalaba 2,4% de caída pero en su próximo informe publicaría una contracción en torno a 2%.
Otros pronósticos son: Dujovne (0,5), Econométrica (-1.7), Ferreres (-0,5), LCG (-0,8), Analytica (1), abeceb (-0,3), ACM (-0,5), Fiel (0,8). Según Ferreres, este año se crecerá 1 por ciento.
Fausto Spotorno, de OJF, apunta que la industria se recuperará en la segunda mitad del año por la mejora de la competitividad cambiaria.
Se sumará la eliminación de las retenciones y el acceso a insumos importados. Y que la cosecha fina mejorará con la eliminación de las retenciones. “El comercio se resentirá”.
Según señaló a Clarín Ramiro Castiñeira, de Econométrica, el consumo caerá al nivel de 2011, antes del cepo. Será más alto que el de las recesiones de 2001 y 2009.