Las correcciones tarifarias en transporte, electricidad, gas, las subas de los combustibles líquidos, los peajes y las prepagas y el traslado de la devaluación a los valores al consumidor atentarán contra el poder adquisitivo y mantendrán deprimido al consumo en los siguientes meses.
En ese sentido, el consumo masivo no reacciona y arrancó a la baja por tercer año consecutivo, de acuerdo con la medición de la consultora especializada Kantar Worldpanel. La contracción fue de un 2% interanual en enero. "Después de tres meses de crecimiento y uno de estabilidad, los últimos anuncios y la caída en las expectativas impactaron en los resultados, y muestran que la canasta de consumo masivo va a tener un año desafiante", explicó Federico Filipponi, director comercial de Kantar Worldpanel Argentina.
Fue el tercer enero seguido con arranque negativo para el consumo masivo, concentrado en el nivel socioeconómico bajo superior un tercio de la población total, "donde hubo una reducción de un 11% en volumen, debido a una menor cantidad de viajes al punto de compra". "Estos hogares fueron históricamente el motor de crecimiento y tuvieron un nivel de consumo similar a los niveles altos y medios; incrementos en tarifas en servicios y transporte, inflación en ascenso, y paritarias todavía lejanas y sin claridad sobre ganarle a la inflación impactan directo en las posibilidades y perspectiva de este grupo determinante de la población", puntualizó Filipponi.