El Gobierno comenzó a recibir a los directivos de las principales empresas, para analizar con cada uno de ellos si están trasladando en forma automática a sus precios la devaluación del peso con respecto al dólar. "Les estamos pidiendo que cada empresa actúe con responsabilidad, buscando que no se afecte el consumo", dijo una fuente del Gobierno.
Del lado empresario, el reclamo fue para que los funcionarios transmitan "razonabilidad" al ala política del Gobierno, para que no haya "una caza de brujas", como la que se planteó por las fuertes declaraciones de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, cuando dijo que iba a "mostrar" a los empresarios que aumentaban los precios de los alimentos.
Las reuniones, que van a durar hasta el jueves, se están haciendo entre el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el subsecretario de Comercio Interior, Ignacio Werner, con los representantes de 25 empresas, entre las que se destacan Molinos, Unilever, Coca Cola, Pepsico, Mastellone, Quilmes, Nestle, Bimbo, Arcor y Ledesma, entre otras.