El jefe de Gabinete, Marcos Peña, se presentó por segunda vez en el año ante el plenario de la Cámara de Diputados donde brindó un nuevo informe de gestión. El funcionario debió enfrentar a los distintos bloques opositores que buscaron incomodarlo por la delicada situación económica.
El ministro coordinador, que esta vez evitó confrontar con el kirchnerismo, se preocupó por defender la decisión del gobierno de buscar financiamiento en el FMI. "Teníamos un desafío particular en materia de ese sendero estrecho, sendero de confianza que necesitábamos y necesitamos como país para que ese camino gradual pueda ser financiado por aquellos que nos prestan dinero", expresó.
Para Peña, el financiamiento apunta a "evitar un ajuste más veloz, de un día para el otro, que tendría muy negativas consecuencias". Luego, sostuvo que este contexto "nos exige un mayor esfuerzo en términos de capacidad de construir los acuerdos necesarios para lograr una mayor velocidad en nuestro camino hacia el equilibrio fiscal".
"Argentina está por el camino correcto del desarrollo, de poder superar trabas y dilemas que llevamos décadas sin poder resolver", sostuvo Peña ante los legisladores, siempre en tono moderado. "Estamos convencidos de que esta herramienta es distinta de las anteriores, que la historia no se repite, y que esto va a ayudar a que la Argentina siga creciendo; porque está creciendo, mal que les pese a algunos", agregó en tono irónico.
"El federalismo en muchos temas está más declamado que concretado. Entiendo que tenemos un Estado nacional que hace más que lo que debería, particularmente en la dinámica provincial y municipal, fruto de decisiones políticas que a nuestro entender no fortalecieron el federalismo sino que fortalecieron la concentración de poder aquí en Buenos Aires", sostuvo Peña.