En abril y mayo la producción no dio señales de reactivación. Según el Índice Coincidente de Actividad Económica (ICAE) de la UTDT, las comparaciones con los meses previos tuvieron nuevas variaciones negativas, libres de factores de estacionalidad. Así, los datos avanzados muestran que en mayo el PBI habría caído 0,51% contra abril. Y el propio abril sufrió otra contracción de 0,55% contra marzo. La expectativa es que en algún punto la economía deje de caer, pero lo cierto es que no hay factores de la demanda agregada que muestren señales positivas en ese sentido.
Hasta acá la expectativa era que el aporte de la cosecha gruesa lograra compensar la fuerte caída del resto de los sectores. En los indicadores privados aún no se vio y ahora la pregunta es si en el EMAE del Indec la cuestión resultará distinta. En cualquier caso, los economistas no prevén variaciones inferiores al -0,5% ni superiores al 0,5% para los próximos meses. Es decir: en el mejor de los casos la economía luce cerca de abandonar la brutal caída experimentada y entrar en una etapa de estancamiento.