En 2007, el país disfrutaba una balanza comercial superavitaria energética. Exportaba US$ 6.000 millones más de lo que importaba. En 2014, la tendencia se dio vuelta por completo: las políticas del kirchnerismo llevaron a un rojo comercial de US$ 7.000 millones. Durante 2018, el déficit quedó en US$ 2.400 millones y este año el Gobierno se ilusiona con salir "empatado", es decir con tantos despachos externos como compras.
En el camino de incrementar las exportaciones, el Gobierno lanzará una licitación de un gasoducto por US$ 2.000 millones. Como ya existen transporte desde el sur (TGS) y desde el norte (TGN), el nuevo tendido se llamará Transportadora del Gas del Centro. Unirá Vaca Muerta con alguna localidad cercana a San Nicolas, o alrededores.
El país ya está exportando petróleo crudo liviano. El Gobierno agilizó los permisos para esa operación, ya que antes tomaban 60 días. Ahora se hacen en 15 y próximamente se podrá gestionar de forma electrónica. Para el año que viene. YPF estima que exportará 70.000 barriles diarios.
El secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, defendió la política del Gobierno. "Pudimos normalizar anomalías autoinflingidas", describió. En ese sentido, planteó que la eliminación del cepo cambiario, la facilidad para girar dividendos y otras medidas que son comunes en la industria se habían perdido en el país. "La industria argentina paga un 30% menos por su electricidad que Brasil, Uruguay y Chile".
"Ojala una de las 24 dimensiones sea mantener el capitalismo", le contestó Lopetegui, en el primer cruce entre expositores de Vaca Muerta, que rápidamente captó la atención del público". "A ver si probamos con el capitalismo (...) a las empresas les gusta el capitalismo, poder usar sus dividendos y que la gente sienta los beneficios de ese capitalismo", agregó.
Vaca Muerta está superando las 1.000 fracturas, lo que es considerado un hito. Sin embargo, es un número muy lejano a los que ya se obtienen en cuencas de no convencional en los Estados Unidos. El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, notó que solo un 4% de la superficie de Vaca Muerta está siendo explotada comercialmente.
El gran proyecto del sector sigue siendo la construcción de una planta de licuefacción. Esa instalación permitiría almacenar el gas que sobra (en el verano), para poder usarlo en el invierno. Sin embargo, se trata de una inversión de varios miles de millones de dólares, que requiere consenso de varias empresas y el arco político. Según fuentes oficiales, se estudia una modificación a la ley de hidrocarburos, que permitiría exportar GNL una vez que esté cubierta la demanda local.