En Septiembre, los salarios formales o registrados volvieron a perder frente a la inflación: aumentaron el 3,2% mientras la suba promedio de los precios fue del 5,9%. Y entre enero y septiembre, la pérdida fue mayor porque las remuneraciones subieron el 32,5% y la inflación alcanzó al 37,7%. Son 5,2 puntos menos que representan una pérdida del poder adquisitivo del 3,8%.
Los datos de salarios corresponden al RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) que, a septiembre, fue de $ 45.485,23, según el informe oficial. Un año atrás, era de $ 31.523,56, lo que equivale a una suba nominal del 44,3% frente a una inflación del 53,5%. Una pérdida del salario real del 6%.
Estos valores contrastan con el cálculo del Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC) que informó que un grupo familiar porrteño de clase media debió destinar en octubre $2.167 por día para contratar los servicios básicos para el hogar y $643 para productos de consumo masivo. Así, una familia porteña de clase media necesitó $ 84.341,31 para vivir en octubre.