Según publica Ámbito Financiero, luego de los resultados de las PASO, y de las fuertes presiones sobre el tipo de cambio, el stock de plazos fijos comenzó a declinar, producto de una mayor demanda de dólares, un fenómeno conocido en períodos electorales, producto de la mayor incertidumbre. Pero, tras la imposición del cepo, esta caída no sólo se frenó, sino que revirtió la tendencia, a pesar de que el BCRA comenzó a convalidar una fuerte baja de la tasa de referencia, que disminuyó al 63% en las últimas semanas, ante una mayor calma cambiaria y de una (ligera) desaceleración de la inflación.
En línea, el rendimiento de los plazos fijos del sector privado bajó poco más de 4 puntos porcentuales en lo que va del mes, ubicándose actualmente en 45% anual, lo que implica un retorno del 3,7% mensual, en línea con la inflación esperada. Esto implica que el crecimiento real de los depósitos será prácticamente neutro.
De acuerdo con fuentes del Banco Central, las tasas de interés reales de los depósitos a plazo fijo se mantuvieron en terreno positivo durante octubre, considerando la inflación del 3,3%. Se explicó que “un depositante minorista que constituyó un plazo fijo a 30 días a comienzos del mes con una tasa nominal anual de 55,3% (4,5% efectiva mensual), obtuvo un retorno real de 1,2% efectivo mensual. Por su parte, un depositante mayorista, que colocó a una tasa nominal anual de 59,9% (4,9 % efectivo mensual) logró un rendimiento real de 1,6% efectivo mensual”. Para noviembre ya se espera un aumento del nivel de precios superior al que se dio a conocer en octubre, producto de algunas subas puntuales de precios regulados, entre otros factores. Esto implica que una tasa del 3,7% mensual podría mantenerse prácticamente en línea con el aumento esperado para este mes, del 3,8%, aproximadamente, aunque en el REM anticiparon un 4,1%, lo que implicaría un retorno negativo.