Abril fue el primer mes completo de aislamiento social, preventivo y obligatorio y el también el que mayor impacto económico sufrió la Argentina por la parálisis de la actividad en el contexto de pandemia. Este lunes, el INDEC dio a conocer una caída del 26,4 % en relación a un año atrás, récord histórico para el país en un mes.
En ese mes se cerraron fábricas, comercios y la demanda energética se desplomó. Tampoco se produjeron automóviles y las obras de construcción se detuvieron. Solo el sector de la alimentación se mantuvo operativo. Y el campo siguió trabajando.
En marzo, tan solo diez días de cuarentena habían alcanzado para que la actividad económica se desplomara 11,5% durante ese mes, el mayor derrumbe interanual desde mayo de 2009, cuando el conflicto con el campo y la gripe A hundieron al índice con una merma de 13,9%.
Con el desplome de abril, la actividad acumuló nueve meses en retroceso, tras el leve avance del 0,4% en julio pasado.