En agosto, 4 millones de personas compraron dólares en el mercado oficial, casi 10% de la población. Se trata de uno de los números más altos de los últimos años y el gran motivo detrás del supercepo que aplicó el BCRA a mediados de septiembre. Los datos surgen del informe Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario, que mensualmente publica la autoridad monetaria.
“Casi 4.000.000 de individuos compraron billetes mientras que 95.000 vendieron, con compras y ventas per cápita por US$ 193 y por US$ 191, respectivamente”, señaló el informe.
Las “personas humanas” compraron billetes por US$ 768 millones y vendieron por US$ 18 millones, con un balance de US$ 750 millones. “Ambos resultados estuvieron en niveles similares a los del mes previo”, señaló el BCRA. Si se incluyen los gastos efectuados con tarjetas por consumos en el exterior (unos US$ 137 millones), las “personas humanas” compraron de forma neta US$ 920 millones.
A partir del 16 de septiembre, a los efectos de “priorizar la asignación de divisas a la recuperación del crecimiento económico y el empleo”, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), mediante Resolución General 4815/2020, estableció un mecanismo de percepción a cuenta del pago de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales del 35% para las operaciones de formación de activos externos (FAE) de personas humanas y las compras con tarjetas (débito y crédito) en moneda extranjera.
En el mismo sentido, el BCRA estableció que a partir del 1 de septiembre de 2020 los pagos realizados por los consumos en moneda extranjera con tarjetas de crédito o débito se tomarán a cuenta del cupo mensual (Comunicación “A” 7106). Además, el BCRA junto a las entidades financieras perfeccionará el control y monitoreo respecto de la capacidad económica y de ingresos requeridos para la apertura de nuevas cuentas bancarias en dólares y se limitará el acceso de cotitulares a la compra de dólares para FAE (Comunicación “A” 7105).
Hasta ahora, el éxito de la medida ha sido discreto. El 16 de septiembre, las reservas terminaron en US$ 42.521 millones y el viernes 25 habían bajado hasta US$ 41.970 millones, es decir, US$ 551 millones menos. Si bien el ritmo de drenaje se ha frenado, sigue estando y, lejos de comprar dólares, el BCRA sigue vendiendo.
