El proceso de licitación de la hidrovía Paraná-Paraguay tuvo este jueves una fuerte presión desde el Congreso, cuando el Senado aprobó, por unanimidad, una ley para crear una bicameral de seguimiento y control del funcionamiento del curso por el que atraviesa el 80% de las exportaciones.

Si bien aún resta que Diputados lo convierta en ley, al Gobierno no le será fácil dar un paso en falso con el Senado, que tendrá poder de veto sobre cualquier necesidad legislativa futura sobre la administración de la ruta fluvial.

De eso se trata el proyecto de la santafesina María de los Ángeles Sacnun, del Frente de Todos, presentado cuando Alberto Fernández delegó en el Ministerio de Transporte la futura licitación e ignoró la presión del kirchnerismo para estatizar la hidrovía. 

No será posible por los próximos 3 meses, porque el presidente, a través de ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis, prorrogó por ese plazo la concesión al consorcio de Gustavo Romero y la belga Jan De Nul. Fue en el breve interinato que ejerció por la muerte de Mario Meoni. 

"Este tema relevante requiere la participación del Congreso porque es central a la hora de pensar del sistema de navegación troncal y las posibilidades que se le abren a la Argentina. El Congreso va a tener una mirada muy aguda, como contralor, sobre el impacto ambiental de los desarrollos productivos. Deberán ser sustentables", anticipó Sacnun.