Hoy se comienza a transitar el último capítulo, al menos cara a cara, entre la Argentina y los fondos buitre, del complicado 2014 en el "juicio del siglo". Será en la Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito de esa ciudad, donde el tribunal atienda la apelación presentada por los abogados que representan al país, para impedir la orden que había dado el juez Thomas Griesa para avanzar sobre eventuales embargos a bienes financieros depositados en entidades bancarias. Esto incluye la posibilidad de acceder a embargos a bienes registrados como diplomáticos y hasta depósitos en las cuentas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
La acusación había sido presentada por los fondos buitre NML Elliott, de Paul Singer, Aurelius y Olifant ante Griesa, bajo el amparo de la cláusula "Discovery" que había avalado, en junio de este año, la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos al rechazar la apelación final presentada por la Argentina. En la misma decisión, el tribunal supremo norteamericano resolvió no sólo que los fondos buitre tenían razón en la decisión de fondo; sino que, además, si el país no liquidaba la deuda que mantenía sobre los acreedores, el juez de primera instancia Thomas Griesa estaba en condiciones de abrir la posibilidad de habilitar a jueces de todo el territorio de los Estados Unidos para que busquen bienes del Estado argentino en los diferentes bancos del sistema financiero de ese país.
El alcance de la aplicación de la cláusula "Discovery" quedaba bajo la supervisión de Griesa; que en octubre pasado falló nuevamente en contra del país y le dio un alcance máximo. De todas maneras, habilitó la consulta a la Cámara de Apelaciones, tribunal al que luego recurrió la Argentina. El país reclamó además a la Cámara que aclare los alcances del "Discovery".