El Banco Central (BCRA) vendió hoy otros US$150 millones de sus reservas netas. La cifra revela que la entidad que conduce Miguel Pesce debió aportar al mercado el 46% de los US$324,2 millones operados en el segmento de contado, dos tercios de los cuales fue para atender los pedidos de compra destinados a honrar el pago de importaciones por energía o combustibles, dado el déficit en que recayó el país en la materia y la carestía que registró esta provisión en el año, por el impacto que la guerra en Ucrania tuvo en los precios.
Así el BCRA lleva sacrificados en apenas cuatro ruedas del mes una cifra que supera los US$580 millones y es, incluso, algo superior a los US$571 millones que había dilapidado en las primeras cuatro jornadas de julio, pese a que en el transcurso de los últimos días introdujo nuevas restricciones a la demanda minorista vía compras con tarjetas, por caso, para tratar de reequilibrar el mercado.
Si se suma la pérdida en lo que va de agosto al “rojo” ya oficial de US$1284 millones con que cerró julio se concluye que en los últimos 35 días -pese al cepo ampliado- ya se les fueron unos US$1870 millones.
Según datos del mercado, las reservas netas del BCRA ya están cómodamente por debajo de los US$1500 millones, cifra que ni siquiera cubriría 10 días de importaciones. Si se mantienen en terreno levemente positivo es respaldadas en los DEG que giró el FMI y, especialmente, en una posición de oro valuada en unos US$3500 millones que mantiene y habría vuelto a prendar en parte (como ya hizo meses atrás) para poder contar con la liquidez necesaria como para seguir interviniendo en el mercado. Pero ya no queda mucho hilo en ese carretel.
