Según la Cámara del Comercio Automotor (CCA) en agosto se vendieron 162.403 autos usados, lo que significa una suba del 12,99% en comparación con igual mes de 2022, cuando se habían transferido 143.726 vehículos.
Respecto de julio último, cuando cambiaron de mano 154.367 vehículos, el crecimiento fue del 5,21%. De esta forma, en el acumulado de los ocho primeros meses del año se vendieron 1.114.700 vehículos usados, lo que significa una suba del 3,95% respecto a igual período del año pasado, cuando a esta altura se habían vendido 1.072.343 usados.
¿Cómo pudo darse esto? «El crecimiento del mes de agosto en todas las variables tiene un antes y un después de la devaluación llevada a cabo por el Gobierno el 14 de agosto. Antes el sector venía traccionando con altibajos: un mes subía y otro bajaba. De golpe nos encontramos con un mercado que sin bien no está paralizado, tanto las consultas como las operaciones cayeron en un 70%», señala Alejandro Lamas, secretario de la CCA.
«Hubo nuevas listas de precios y dolarizadas, algo que no venía sucediendo hasta el momento, y más sobreprecios. Hoy hay diferencias de hasta un 100% en un auto del mismo modelo y año», expresó el directivo.
«La nueva actualización de la base imponible del Impuesto Interno (N. de la R.: demorada desde el 31 de agosto) llevará a acomodar los precios y a nuestras empresas que vuelvan de a poco a trabajar con normalidad», agregó el ejecutivo.
Los desajustes del sector de usados podrían llegar a evidenciarse en los números de septiembre e incluso dar un salto en octubre cuando las cifras de patentamientos de 0km peguen un salto debido a que el Gobierno -tras negociar con las terminales- accedió a liberar SIRA y miles de autos que ya estaban en el país comenzaron a ser despachados.
