El futuro ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, le dio la bienvenida al equipo económico a Joaquín Cottani un analista financiero que hizo la mayor parte de su carrera en Estados Unidos. “Bienvenido Joaquín Cottani al equipo! Excelente economista, gran persona, y uno de los artífices silenciosos de los mejores momentos de la década del 90″, dijo en la red social X (antes Twitter), acompañado de emoticones de aplausos y de la bandera argentina. Asumiría como secretario de Política Económica, virtual viceministro de Economía.
Cottani estudió Economía en la Universidad Nacional de Córdoba e hizo el doctorado en la Universidad de Yale. Fue subsecretario de Financiamiento durante la gestión de Domingo Cavallo, quien luego lo envió a Washington como asistente técnico en temas financieros en representación de la Argentina. Trabajó en el Banco Mundial y fue economista jefe para América Latina en Lehman Brothers, Citibank y en la calificadora de riesgo Standard & Poor’s. Desde 2018 trabajaba en consultoría y daba clases de Economía en la Universidad de Boston.
En paralelo, Santiago Bausili, el socio y amigo de Caputo, suena como el principal candidato para ser presidente del Banco Central (BCRA). El exsecretario de Finanzas durante el gobierno de Mauricio Macri trabajaba como analista económico en Anker, la consultora que fundó con el futuro ministro de Economía. De esta manera, por lo menos en los primeros meses de mandato de Javier Milei, habrá coordinación entre el Palacio de Hacienda y la autoridad monetaria.
De concretarse, la confirmación de Bausili al frente del Banco Central también alejaría la posibilidad de aplicar en el corto plazo el plan de dolarización, que Milei había pregonado durante la campaña presidencial. Ese programa ya lucía olvidado en el tiempo luego de que Emilio Ocampo quedara afuera del equipo económico, pese a que Milei lo había confirmado antes de ser electo.
De asumir, Bausili se encontrará con un Banco Central que tiene su balance debilitado, con reservas netas negativas en alrededor de US$10.000 millones y pasivos remunerados por un total de $23,8 billones (entre pases, Leliq y Notaliq), equivalente a 8,5% del PBI.
