habló este jueves antes de ingresar a la reunión de Gabinete que lidera a diario en Casa Rosada y se refirió a los fuertes cambios que impulsa su administración, que llegó al gobierno hace menos de un mes. Incluso se mostró esperanzado de que sus iniciativas puedan avanzar a pesar del fallo de la Cámara del Trabajo, que suspendió de momento la aplicación del capítulo del megadecreto vinculado a la reforma laboral, tras una cautelar que presentó la CGT.
“Los partidos tienen 90 minutos, no terminan hasta el pitazo final. Estamos confiados en que va a salir adelante”, aseguró el mandatario en un corto intercambio en Radio Delta cuando fue consultado sobre ese fallo de la Justicia contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) . También lo hizo en relación con la negativa que podría darse en el Congreso ante el proyecto de ley ómnibus que giró con más de 600 artículos y que todavía no comenzó a tratarse.
En tanto, el Presidente dijo que trabaja “a brazo partido” para evitar que empeore la crisis en la que se encuentra el país y aseguró que el esfuerzo de este tiempo “va a valer la pena”.
También aseveró que tiene “conciencia” del sufrimiento de la gente que no llega a fin de mes o que se ve afectada por las primeras medidas de ajuste que tomó, pero marcó: “No hacer nada y seguir con lo mismo iba a ser infinitamente peor”. Bajo esa postura indicó que no quería una Argentina con 98% de pobres y con la mitad de indigentes, y ante ese panorama que trazó insistió: “Estamos trabajando a brazo partido para evitar la crisis y lo estamos logrando”.
Mientras tanto, y luego de asegurar en un mensaje de fin de año que recién en 45 años se multiplicará el PBI per cápita por diez y que la Argentina podrá alcanzar entonces niveles “similares a los de Irlanda”, Milei intentó aumentar las expectativas y dijo que en los “procesos de convergencia” dos tercios de las mejoras ocurren en el primer tercio.
“Las [consecuencias] las ves en 15 años. Tus hijos y tus nietos van a vivir maravillosamente bien”, comentó, a la vez que planteó para ratificar el rumbo de su gestión: “Apuntar a tener un ingreso per cápita diez veces más alto es un buen objetivo, ser de los países más ricos del mundo es un buen objetivo. La evidencia empírica existe, hay que ponerse los pantalones largos y tomar la decisión de hacerlo”.
