Los datos de la recaudación tributaria de enero reflejaron los primeros impactos que tendrá la fuerte recesión que se espera para 2024 en las cuentas públicas, en un año en el que el Gobierno proyectó una caída del PBI de al menos 2,8% por ciento. Los tributos ligados a la actividad económica mostraron importantes caídas, mientras que los vinculados al comercio exterior, en particular el impuesto PAIS, tuvieron un mejor desempeño gracias a mayores alícuotas y la devaluación. En ese marco, los mercados se mantienen atentos a la viabilidad del objetivo oficial de equilibrio fiscal pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La recaudación tributaria que informó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) sumó $7,70 billones, con una caída en términos reales de entre 4% y 7% según diferentes estimaciones privadas que consultó Infobae. Pero el desempeño de los ingresos al fisco fueron dispares, con una clara tendencia en los que están relacionados al mercado interno: IVA DGI, Créditos y Débitos, Ganancias y contribuciones patronales.
Por otro lado, el impuesto a los Créditos y Débitos en cuenta corriente (conocido como “al cheque”), también muy ligado a la actividad económica, tuvo una contracción interanual del 19,1% y del 8,1% mensual, descontando la inflación.