El Gobierno nacional realizó una auditoría en el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI): los resultados preliminares de esta serie de relevamientos arrojaron que la obra social de los jubilados y pensionados «se encuentra en un estado de alta vulnerabilidad financiera».
Así lo advirtió este lunes el vocero presidencial, Manuel Adorni aseguró que el Gobierno nacional encontró «un organismo devastado por la desidia», con un déficit de más de $90.000 millones a noviembre del 2023, apuntando contra la administración de Alberto Fernández y la gestión de la exdirectora ejecutiva del instituto Luana Volnovich. «Desde el 10 de diciembre hasta hoy se recortaron $90.000 millones en gastos innecesarios, políticos o que surgieron de la ineficiencia«, afirmó el portavoz.
En esa línea, detalló: «En el mes de diciembre, se eliminaron el 75% de las secretarías, el 33% de las gerencias y subgerencias y el 100% de las coordinaciones. Esto es muy importante porque el cálculo que se había realizado, desde el organismo, indicaba que en mayo próximo el PAMI dejaba de ser operativo por el abultado déficit que venía acumulando«.
El achique de la estructura en los primeros 100 días de gestión determinó la eliminación de 30 puestos jerárquicos, de gerentes a subdirectores, que percibían sueldos del orden de los tres millones de pesos mensuales.
En el PAMI trabajan cerca de 12 mil personas para atender a un universo de seis millones de afiliados, en su gran mayoría jubilados y pensionados. El personal y los funcionarios jerárquicos están asignados a centrales generales, unidades de gestión local y agencias de cercanía que tienen la responsabilidad de atender a los beneficiarios.
El objetivo de Milei es continuar con un ajuste más profundo de la estructura burocrática de la obra social. De este modo, estiman que, culminado el rediseño administrativo, el total de 120 cargos directivos actuales pasará a no más de 90.
«En mayo 2023, registró un déficit de $6.000 millones. Y en septiembre, ese déficit de caja se multiplicó por ocho, llegando a los $51.000 millones. Desde que se inició la campaña electoral el año pasado, esto se fue profundizando, donde se encontró de todo, pero entre ellos gastos en publicidad de dimensiones astronómicas, equivalente, por ejemplo, a todo un año entero de reactivos para afiliados que sufren de diabetes«, agregó Adorni durante la rueda de prensa, en base a los datos resultantes de la auditoría.
