El uso del Banco Central (BCRA) para el financiamiento del sector público, ya sea a través de la cesión de reservas o de la emisión monetaria, hizo que las deudas del Tesoro con la autoridad monetaria pasaran a representar el 66% de su activo en 2014. En el 2004, primer año calendario completo de administración kirchnerista, las acreencias de la entidad para con el sector público representaban el 13,3% de su activo. Un informe del IERAL, de la Fundación Mediterránea, grafica el daño patrimonial que ha sufrido la entidad que hoy conduce Alejandro Vanoli. El BCRA se debate en la actualidad entre préstamos heterodoxos y controles a las importaciones para mantener el nivel de reservas que, según el informe, estarían en u$s 85.000 millones en lugar de los u$s 31.000 millones actuales de no haber mediado ese perjuicio a su patrimonio. "La fragilidad macro de Argentina se refleja claramente revisando la contabilidad del BCRA. Pero la punta del iceberg se ubica en el comportamiento fiscal", subraya el reporte que lleva las firmas de Marcelo Capello, Néstor Grión y Pedro Degiovanni. Los autores señalan que el origen del daño patrimonial al BCRA se remonta al abandono del superávit fiscal del Gobierno Nacional, al que hasta 2008 le bastaba con los ingresos por impuestos para cubrir con creces todos los gastos del año. El primario pasó de 2,5% del PBI en 2007 a un déficit de 2,7% en 2014 y, como resultado, los ingresos impositivos pasaron a cubrir apenas el 81% de las necesidades del fisco. "La consecuencia de esta situación ha sido que el BCRA se tuviera que hacer cargo de auxiliar masivamente al Tesoro, ya sea usando sus reservas en divisas para hacer frente a los vencimientos de deuda externa, como emitiendo dinero a tasas que crecen exponencialmente para prestarle al fisco nacional", remarcó el IERAL. El uso de reservas para el pago de deuda explica buena parte del peso de la deuda del Tesoro con el BCRA, que todavía se computa como parte del activo de la autoridad monetaria a pesar de tener un valor puramente teórico. En total, el Tesoro tomó u$s 53.847 millones de las reservas para el pago de compromisos externos, el equivalente a más del 170% del nivel actual de reservas. A cambio de esos dólares, el Tesoro colocó al BCRA letras intransferibles por el mismo valor. El resto de la deuda del Tesoro con el BCRA se relaciona con la asistencia en pesos para cerrar las cuentas. Si el gasto dejó de ser cubierto con ingresos genuinos en 2008, a partir de ese momento comenzó a ser necesario cubrir esas necesidades de otra manera y fue el BCRA el encargado de llenar ese hueco. Las transferencias al sector público alcanzaron en 2014 los $ 161.508 millones, tras llegar a los $ 94.082 millones en 2013. Así, el cálculo que determina en buena parte el precio del dólar en el mercado ilegal, la "cobertura de las reservas respecto de los pesos en circulación, se encuentra en niveles alarmantes y más aún si se consideran sólo las reservas líquidas. "A fines de 2014 el tipo de cambio de cobertura ascendía a 14,73 pesos por dólar, cuando el tipo de cambio oficial se ubicaba en $ 8,55. No obstante, si se considera una versión de las reservas internacionales que no incluye encajes por depósitos en dólares (son un pasivo del BCRA) ni otros pasivos del BCRA que compensan parte de sus reservas, dicho tipo de cambio de conversión se ubicó en 2014 en $ 27,33", consignó el IERAL.