El sistema previsional, gran perdedor de las últimas reformas en la relación financiera entre la Casa Rosada y las provincias, ya resignó un 23% de los fondos de los que se nutrió por impuestos coparticipados. En números claros: mientras en los primeros cinco meses del año pasado había recibido casi $102.000 millones por esta vía, en 2018 sólo percibió $78.500 millones. Este recorte en los envíos a la Anses se dio por una modificación clave que hizo el Consenso Fiscal: le otorgó el 100% de la recaudación del impuesto al cheque pero le sacó la tajada que se descontaba de Ganancias. Ese cambio desbalanceó la cantidad de dinero de los impuestos internos que financia al sistema.
Un informe de Iaraf precisó que la porción que recibe el sistema previsional de entre los impuestos internos coparticipables se redujo en ocho puntos porcentuales en lo que va del año. Mientras a mayo de 2017 era de 19,3% del total, en la actualidad es 11,1%. El economista de Iaraf Ariel Barraud explicó a este diario que esto se produjo "por el doble efecto del Consenso Fiscal y la eliminación de la detracción del 15% que se hacía de la masa coparticipable para financiar a la Anses".
Lo que sucedió fue que el pacto federal firmado con los gobernadores en noviembre del año pasado, además de implicar un cambio en la relación financiera entre la Nación y las provincias, modificó el esquema por el cual se asiste al sistema de la seguridad social. Actualmente, poco más del 40% del sistema se financia con impuestos internos coparticipables (IVA, Ganancias, Bienes Personales y combustibles principalmente, excluyendo a los impuestos al comercio exterior), y el resto con aportes personales y contribuciones patronales. El Consenso Fiscal, entonces, actuó sobre ese 40%. El sistema pasó de financiarse con un 20% del Impuesto a las Ganancias y el 70% de la recaudación del impuesto al cheque a recibir solamente el 100% de ese tributo. Esta suba, de todas formas, no alcanzó a compensar la pérdida por dejar de percibir Ganancias.
Otro factor que colaboró con una mayor desfinanciación del sistema de seguridad social es el acuerdo Nación-gobernadores para que la Casa Rosada devuelva de forma paulatina el 15% que antes del fallo de la Corte Suprema de noviembre de 2015 se quitaba de la masa coparticipable para destinar a la Anses. Desde 2016 las gobernaciones reciben un 3% y hasta 2020 continuará ese esquema gradual, hasta que el porcentaje llegue a 0%. Este año esta partida representa otros casi $20.000 millones.
De acuerdo a datos oficiales, resume Barraud, "en el acumulado enero-mayo de 2017 el sistema previsioanal recibió casi $102.000 millones y este año 78.500 millones. Es un recorte en términos nominales, a lo cual hay que sumarle el efecto inflacionario". Un cálculo realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) arrojó que el saldo de las modificaciones impositivas (sin contar el presupuesto para el pago de jubilaciones), sería de desfavorable para el organismo previsional en $114.000 millones.
La reforma tributaria podría tener otros efectos sobre los aportes patronales: "la baja de aportes de la reforma impositiva es muy gradual y si bien podría significar una baja en los fondos que recibe Anses, eso se podría compensar con una mayor creación de empleo", consideró Barraud.
