Martín Guzmán reaccionó ante la embestida del kirchnerismo y criticó los subsidios energéticos al tiempo que dijo que él sigue "el liderazgo de nuestro presidente, que es la línea que es sana para la Argentina, que parte de los consensos y de los acuerdos".

En un acto en el museo de la Rosada junto a Alberto Fernández, el ministro de Economía dijo que "hoy tenemos un sistema de subsidios energéticos que es pro-ricos", en un dardo contra el kirchnerismo que lo enfrentó la semana pasada al impedir que echara al subsecretario de Energía eléctrica, Federico Basualdo.

"En un país con 57% de pobreza infantil, estamos gastando en subsidiar el consumo de luz y de gas en una parte de nuestra población que hoy no es prioritario que reciba esos subsidios, barrios en donde vive gente de altos ingresos, cuando esos recursos tienen que ser utilizados para aquellos que más necesitan", dijo Guzmán, que tambaleó en su cargo luego de no poder echar a Basualdo, defendido por Cristina Kirchner.

"La política es el instrumento para la transformación de realidades, y seguimos el liderazgo del Presidente que marca una línea, sana para la Argentina, para tranquilizar a nuestra sociedad y a la economía argentina", explicó.

Según Guzmán, "parte de los consensos y los acuerdos como el lugar sobre el cual construir de forma colectiva, entendiendo que hay veces que el conflicto es inevitable y que lo que importa es cómo se administra, se maneja ese conflicto, manejándolo con respecto, responsabilidad".

"Nuestro compromiso es seguir trabajando para tener cada día una sociedad con más oportunidades, distribuidas en forma más equitativa", concluyó el ministro.

El presidente no le devolvió el gesto. "Este mes tendrían que haber aumentado las tarifas un 160% y no lo hacemos para cuidar a los argentinos y para cuidar a la producción", indicó el presidente en referencia a la lógica de aumentos del gobierno de Mauricio Macri.

"Martin ha hecho un enorme trabajo en materia de ordenar la deuda, pero todos deben saber que nuestra prioridad son los argentinos", le pareció advertir Alberto. "Ningún acreedor va a ser priorizado a los intereses de los argentinos", enfatizó.